ACSTO existe para hacer que la educación Cristiana sea accessible para todos a través de de la implementación efectiva de la ley de crédito fiscal para la colegiatura de escuelas privadas de Arizona. Desde 1998, ACSTO ha trasformado las donaciones de crédito fiscal fiscal dólar por dólar realizadas por los contribuyentes de Arizona en valiosas becas, brindando a miles de niños la oportunidad de asisitir a escuelas cristianas en nuestro estado.
Vemos un futuro en que ninguna familia en Arizona dirá: “Nos gustaría poder poner a nuestros hijos en una escuela Cristiana, pero simplemente no podemos permitírnoslo.”
Los padres, las escuelas y los donantes han confiado en ACSTO durante más de 25 años porque operamos según principios bíblicos, ejercemos transparencia y hacemos todo lo posible para proteger el derecho de los padres a elegir la major opción educativa para sus hijos.
ACSTO se fundó en 1998 como la primera organización de becas escolares (STO) en los Estados Unidos. Aunque la corte suprema de Arizona confirmó la constitucionalidad del crédito fiscal para becas individuales en 1998, cuando continuaban los litigious de los oponentes, ACSTO (junto con el instituto para justicia y la alianza defensive de la Libertad) defendió el programa de crédito fiscal durante 12 años más. El 4 de abril de 2011, ACSTO finalmente prevaleció cuando la corte suprema de Los Estados Unidos falló a nuestro favor en ACSTO v. Winn.
Desde 1998, hemos otorgado más de $346 millones en becas a 48,500 estudiantes que asisten a escuelas cristianas de Arizona. Más de 102,000 contribuyentes visionaros han hecho esto possible al donar a ACSTO y aprovechar la oportunidad única de Arizona de recibir un crédito dólar por dólar contra su obligación tributaria estatal sobre la renta. Estamos orgullosos de ser la STO más grande de Arizona para las donaciones de crédito fiscal individual.
Hoy nos entusiasma ver familias en todo Estados Unidos que buscan vigorosamente la Libertad de elegir la opción educativa que mejor satisfaga las necesidades de sus hijos. Lo que comenzó en Arizona hace más de 25 años continua extendiéndose por todo el país a medida que un estado tras otro adopta sus propios programas de elección de escuelas.